Un pintor exhibía algunas de sus obras en una galería de arte. Una vez finalizado el período de exhibición, preguntó al dueño de la galería si entre los visitantes había advertido interés por adquirir alguna de sus pinturas. El dueño le contestó:
– Bueno, creo que tengo una noticia buena y una mala para ti.
El pintor le dijo que quería escuchar primero la buena. El dueño contestó:
– La buena noticia es que un elegante y rico caballero me preguntó si yo creía que luego de que murieras tus pinturas adquirirían mucho valor y yo le respondí que sí, que así lo creía yo, y de inmediato adquirió 15 de tus cuadros y pagó en efectivo.
– ¿Y la mala noticia cuál es?
– Bueno, el caballero me dijo que era tu médico…
– Bueno, creo que tengo una noticia buena y una mala para ti.
El pintor le dijo que quería escuchar primero la buena. El dueño contestó:
– La buena noticia es que un elegante y rico caballero me preguntó si yo creía que luego de que murieras tus pinturas adquirirían mucho valor y yo le respondí que sí, que así lo creía yo, y de inmediato adquirió 15 de tus cuadros y pagó en efectivo.
– ¿Y la mala noticia cuál es?
– Bueno, el caballero me dijo que era tu médico…
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